El sedentarismo, la osteoporosis, la deficiencia de calcio y la obesidad, son algunos factores que pueden ocasionar dolor de rodilla, ya que muchas veces se puede desgastar el cartílago que recubre las superficies articulares que forman la rodilla.
Este tipo de dolor predomina en mujeres y se presenta con mayor frecuencia a mayor edad, pero no es exclusivo de ellas.
En este sentido, el ejercicio es una de las maneras más efectivas para reducir el dolor, así como para brindarle a la rodilla mayor fortaleza y flexibilidad. En caso de presentarse, una buena rutina ayuda a fortalecer los músculos frontales del muslo, para que puedan soportar la presión.
Los expertos coinciden que existen múltiples ejercicios sencillos que servirán para aliviar el dolor:
Recostarse en la cama y levanta las piernas, asegurando que estén completamente rectas y las rodillas no se curven. Repetir este ejercicio un par de veces y los cuadriceps se fortalecerán lo suficiente. Este ejercicio es muy útil también cuando te has lastimado la rodilla (muy común a la hora de practicar deportes).
Luego de que hayan dominado el anterior ejercicio, ahora intenta lo mismo con peso. Esto no significa que debas utilizar pesas. Puedes aprovechar algún elemento cotidiano, como un bolso o unas polainas. Este ejercicio fortalece las articulaciones y es útil cuando tienes dolor de rodilla.
Extensiones de pierna de arco corto: Sentarse en el suelo, coloca una toalla enrollada debajo de uno de tus músculos como soporte. Mantén la otra pierna recta y eleva el pie de esa pierna unos 20 cm del suelo, durante 5 segundos. Baja tu pie lentamente flexionando la rodilla. Haz 10 repeticiones con cada lado.
El dolor de rodilla es bastante común, y dependiendo del tipo y severidad del daño que sufras, puede ser menor o puede ocasionar molestia severa e incluso discapacidad. Por ello es importante que consultes con un especialista o fisioterapeuta, para que te oriente y trate de manera adecuada.