Las prótesis de rodillas son muy utilizadas en la actualidad, ya que es una extensión artificial que se coloca en lugar de una estructura dañada para suplir la función de dicha estructura, permitiendo la movilidad de la articulación, disminuyendo el dolor y ejerciendo su función.
Las prótesis de rodilla sin importar el tipo de prótesis que sea, todas cumplen un mismo objetivo. Si tú tienes, o tendrás, una prótesis hay ciertas cosas que debes tener en cuenta para tener los mejores resultados posibles.
Los expertos en ortopedia indican que es importante tomar el tratamiento indicado por el médico al momento de la colocación de la prótesis, el cual incluirá medicamentos para disminuir el dolor postoperatorio, antibióticos para prevenir una infección y un anticoagulante para evitar la formación de coágulos en la sangre que, si se alojan en órganos como los pulmones y/o cerebro pueden llegar a ser muy peligrosos.
Acotaron que los mencionados medicamentos en un principio se aplicarán por vía intravenosa para una mayor eficacia, y luego de varios días el médico lo cambiará a tratamiento oral.
Por lo general, el mismo día de la cirugía el pacientes con prótesis de rodilla podrá caminar, siempre con apoyo de una andadera, la cual deberá usar, incluso tres meses después de la cirugía.
Esta dará tiempo a los músculos de que sean lo suficientemente fuertes para sostener peso y permitirte realizar actividades cotidianas. Es recomendable elevar la pierna por lapsos medios de tiempo a lo largo del día para ayudar a la correcta circulación de la sangre y darle descanso.
Posterior a la cirugía de reemplazo de rodilla, el paciente deberá iniciar con un programa de rehabilitación, dirigido a fortalecer músculos, aumentar sus movimientos, reeducarlos en la forma de caminar y realizar las actividades cotidianas para disminuir riesgos de lesiones y caídas.
Por otro lado, los expertos indican que los pacientes con prótesis de rodilla tendrán que evitar “saltarte” tomas de medicamentos, subir escaleras, acuclillarse e hincarse, ya que se somete a excesiva carga y tensión a la rodilla; giros y movimientos bruscos, por el riesgo de lesión de músculos y ligamentos por el riesgo de dañar o desajustar la prótesis.