Una de las lesiones más frecuentes entre las mujeres mayores, especialmente luego de 65 años en adelante, es la fractura de cadera, la cual es una patología directamente relacionada con una salud ósea deficiente y con problemas de osteoporosis.
En todo caso y por supuesto, cualquier persona con independencia de su edad puede verse afectada por una fractura de cadera . Los accidentes de coche, las caídas desde una altura significativa, los aplastamientos de pelvis y otros impactos que revistan cierta gravedad son algunas de las causas más frecuentes. Una operación cuyo proceso de recuperación no siempre resulta sencillo. Razón de más para conocer algunos consejos al respecto.
Los especialistas coinciden que uno de los puntos clave de la rehabilitación será marcarse unos objetivos realistas a corto y medio plazo. Para que te hagas una idea, estos pueden ser cosas tan aparentemente cotidianas como sentarse en un sillón, en la cama o similares, lo más pronto posible. Además, movilizar la cadera cuanto antes será lo más idóneo, es decir, a partir del primer día de la cirugía, siempre y cuando el médico lo permita.
Asimismo, hay que tener en cuenta que el movimiento regular previene otros inconvenientes que podrían derivarse de la intervención, como coágulos de sangre, úlceras y demás. Así, empezar a apoyarse en el suelo resultará clave.
Los especialistas enfatiza que el movimiento puede hacerse de forma progresiva, primero con el andador (hasta los quince primeros días), más tarde con los bastones ingleses (tras los quince días y hasta dos semanas más), con uno solo de ellos (durante dos semanas más), y ya para acabar, con un bastón convencional.
Lo ideal es que se empiece a deambular sin ayuda de apoyos físicos dos meses después de la intervención quirúrgica. Esto, evidentemente, deberá combinarse con sesiones de terapia física y con ejercicios de fortalecimiento de la extremidad afectada por la fractura de cadera, siempre con la ayuda y bajo la supervisión de un especialista.
En todo caso, debemos comentar que los tiempos de recuperación tras este tipo de intervenciones dependerán en gran medida de factores como la edad del paciente, el deterioro de la articulación, el peso (que incidirá directamente en la carga que las articulaciones padecen), la composición corporal y estado de salud general. Tal es así, que los tiempos pueden variar enormemente de una persona a otra, yendo de los dos meses mencionados hasta los cuatro.
Además durante la recuperación de una fractura de cadera, existen una serie de consejos y trucos que les facilitarán la vida a aquellos que se han visto afectados por la fractura. Estamos hablando de cuestiones tan básicas como hacerse con un palo vestidor y un calzador largo para que vestirse no se convierta en un auténtico suplicio. Los accesorios específicos para el baño como las banquetas y los agarradores también son fundamentales. Colocar alfombras alrededor y antideslizantes para asegurar la zona es otra idea útil.
Llegados a este punto, es necesario incluir lo que no debería llevarse a cabo; a saber: sentarse en sillas bajas, hacia delante, con un ángulo de las piernas de más de 90 grados, cruzando las piernas y demás. La idea es elegir sillas que permitan mantener la espalda recta, con suficiente apoyo y, preferentemente, con apoyabrazos. Cargar peso, subir escaleras y frotar la zona de la herida, son otras acciones contraindicadas.